Seguidores

miércoles, 26 de febrero de 2014

Visita a unos cuantos puntos acuáticos en la Vega de Granada.


Nueva salida herpetológica por la Vega de Granada, para ver el estado de nuestros anfibios.
Visitamos un total de cinco puntos con distintos resultados, pobres en general y algunos desastrosos en particular.
Primeramente, esta magnífica charca, por lo menos de aspecto, situada en medio de cultivos de secano. Solo encontramos en su interior algunos adultos de Rana común y algún renacuajo de estas, por lo que habrá que hacer alguna visita nocturna más adelante para ver si observamos alguna especie más. 
Junto a la charca encontramos un Sapo corredor, es de suponer que criaran por las inmediaciones, ya que normalmente prefieren charcas superficiales temporales para realizar sus puestas.






 Sapo corredor (Bufo calamita)



No muy lejos de la anterior nos encontramos con esta charca localizada en una carretera en construcción, paralizada por ahora y con expectativas de desaparición en cuanto se reanuden las obras. Esperábamos ver puestas de Sapo corredor, pero por aquí todavía no se han decidido como en otros lugares no muy lejanos, finalmente solo encontramos unas cuantas Ranas comúnes.





Al levantar la tapa de esta tubería, encontramos un juvenil de Sapo corredor agarrado como podía a las paredes para no caer al agua, tuvimos que sacarlo para que no muriera ahogado.





Después fuimos a comprobar una cita antigua de Gallipato en un pequeño arroyo de la Dehesa de Santa Fe. No encontramos nada, posiblemente porque no parecía el sitio más adecuado para la especie, por lo menos en las condiciones actuales.



Más tarde estuvimos en una pantaneta de riego de aguas cristalinas y abundante vegetación, perfecta a simple vista para los anfibios, si no fuera por la desagradable sorpresa de ver como estaba infectada de esas pequeñas devoradoras que son las Gambusias. No había ganas de hacer fotos.  

Y ya de vuelta, pasamos por este charco en el que la semana pasada los Sapos corredores habían realizados sus puestas. También salimos con un sabor amargo, ya que había disminuido tanto el nivel de agua que todos los racimos de huevos estaban en tierra. Es ley de vida y esta especie está preparada para estas cosas, pero aún así, intentamos recoger algunos para depositarlos en la escasa lámina de agua que quedaba. 




4 comentarios:

  1. Estupenda narración, hace falta que mucha gente se preocupe de estos temas. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, pues contigo ya somos dos...bueno ....alguno más hay por ahí verdad??.... jajaja...
      Saludos.

      Eliminar